Os voy a dar unas pautas para transformar unas puertas de muebles en unas preciosas mesas nido. Partimos de puertas de rejilla que aportarán un estilo árabe al acabado final, por esto decidí que las mesas fueran de color blanco con zonas desgastadas donde se vislumbraran tonos dorados. Para conseguir este efecto, el primer paso fue lacar la parte superior de cada puerta con un spray color oro. No hace falta que la capa sea muy uniforme ni espesa, ya que la cubriremos por encima con otro color. Una vez ha secado la primera capa, aplicamos pintura acrílica color blanco con un pincel blanco, para que haya una buena cobertura, sobre todo en la zona de rejilla. Los bordes planos podemos pintarlos con rodillo para obtener un mejor acabado. Cuando la pintura esté seca podemos aplicar la segunda capa. Una vez seca, utilizamos una lija de grano medio para repasar las zonas donde queramos levantar la pintura blanca para que se vea el tono dorado o la madera. En las zonas donde la madera quede a la luz podemos aplicar un poco de cera natural para acrecentar el brillo de ésta.
Ya tenemos lista la parte superior de las mesas y solo nos falta ponerles las patas. Decidí utilizar dos tamaños diferentes de patas para crear el efecto de mesas nido que tienen una gran versatilidad. Adquirí en un centro de bricolaje patas de madera de pino de dos medidas diferentes, aunque finalmente tuve que ajustar la medida de las más cortas para obtener el resultado deseado. Con las patas repetí la operación de pintado que había hecho con el mesado. Sólo queda fijar las patas a la mesa con un tirafondo que atraviese el mesado y fije cada pata. Para disimular los tirafondos utilicé masilla de color blanco que se pinta una vez seca. Igualmente podía haber montado las patas al principio y pintar la mesa completa.
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